30 de octubre de 2013

Era amor

Y otra vez cansada de la vida, de tanto afloja y tira. De llevarme por las calles que no debimos transitar. Allí nombrarme alma en pena, donde nada olvida y nada espera. Ese lugar de promesas plenas es de nuestro futuro un jamás. Nunca más volveré a creer en el amor, tampoco en tus engaños, tan posibles, tan avaros. Y no volver a decir ni de tus labios escuchar: Cariño, el día es nuestro y el mañana, lo será.


24 de octubre de 2013

Ella

De esa es de la que tu no quieres hablar, si fue el sonido de sus pasos el que se llevó tus últimas palabras al marchar. Como cruzando la puerta que tantos sueños prometía se derrumban los cimientos de esa vuestra vida. Siempre pensé que sería esta quien os separaría mas fue un conductor por la necesidad de olvido cegado quien sin más recuerdo que una copa y un vaso pasó por encima de todo aquello. Aquello que el dolor no ha olvidado.


22 de octubre de 2013

Métrica desordenada

Volando se perdieron las macabras
viento sopla y que no vuelvan.
Densas letras ordenadas son palabras
tan culpables de muerte como arma
de blanco nombre que ojalá no abras
tan dulces son conscientes de culpa
que poco a poco tu ser invada,
que haga la locura cosa mala,
que me de un largo respiro
y una oportunidad a esta métrica desordenada.


13 de octubre de 2013

¿Dinero?

Cuando falte no podrás viajar ni conocer otros lugares, no podrás ir a comprar y decidir que coger. Nadie te escuchará. Las personas comenzarán a luchar con el fin de alcanzar tal poder. Nadie tendrá suficiente y cada vez a más inocentes les será arrebatado su único privilegio. Decir adiós a los caprichos y al poder elegir, ya no tendrás derechos...


Y bien es triste que lo único en lo que hayas pensado mientras has leído este texto haya sido en dinero.
¿A cuantos lugares viajarías sin libertad? ¿Como podrías decidir sin libertad? ¿Que harías sin tu libertad de expresión? ¿Cuántas personas luchan por su libertad? ¿Cuántos inocentes son encerrados cada día siendo así despojados de su libertad?
Deberías darte cuenta de que tu corazón no está forrado en billete ni monedas fundidas corren por tus venas.

3 de octubre de 2013

Noches sin risa

Retorcí las palabras hasta hacerlas irreconocibles, por tratar de hacer mis sentimientos algo más que invencibles. Intentando buscar una manera de hacerme escuchar, de que alguien así diga que tal vez me quiera. Pero no dio resultado, me quitaron todo de lo que nunca que habían despojado, me hicieron ver la realidad de manera oscura y sin tonalidad, solo negro con algún matiz blanco que tira hacía gris, difuminado con las lágrimas de algún triste recuerdo que por ti aprendí. Y volvieron las largas noches de confesiones a mi almohada que todo lo guarda y es la única que jamás me traicionará, pues triste de ella que no tiene boca con la que hablar, son sus suaves plumas las que me hacen olvidar, con sus caricias que hacen de mí una persona con la que poder llorar, y así pasar noches sin risa, de esas en las que no asoma  ni una triste sonrisa. Recordarme a mi misma así es la vida, das y tomas, tomas y te vas, y gran parte de ellos jamás tuvieron nada por dar.
Y así somos reflejos sin persona, que tu pisas y otro pie asoma, por debajo de la puerta de la frialdad, donde ya cesaron los cantos de alegría, donde no vale la pena levantarse cada día.


2 de octubre de 2013

Uñas tinte dolor

Ya se acabaron los problemas, ya no hay dudas, no se habla. Tiramos de las palabras hasta que cedieron y poco a poco como cuerda de la infancia estas se deshilachan sin control. Hace tiempo que intentamos quemar las puntas, por amor pensé yo, y no hace mucho vino quien primero las deshilachó, y así todo el esfuerzo que empleamos entre los dos sin más respuesta que tu huida se desvaneció.
Intenté ayudarte con mis ganas y así obtuvieras algo mejor pero volvió con el perdón entre las uñas con las que anteriormente sin disculpa te arañó, ahí donde más duele, allí donde late fuerte el corazón.
Y ahora yo frente a lo ocurrido sin perdón, con esa actitud de indiferencia, que se yo de mentir sobre lo que siento, de alimentar a este sentimiento que cada vez que te noto cerca se lleva mi aliento y se halla fuerte el dolor.
Otra vez perdidos en el mar de lo inevitable, de aquello que no es posible disuadir, de todas esas disputas sin fronteras en las que no supimos intervenir, perdiendo así lo más preciado, lo que juntos podríamos vivir. Pero no le dimos la oportunidad de prender la llama de esta historia tan posible, tan bella quizás.


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