Un día me fui a la cama como cualquier otro lo que no sabía yo era que el sueño que tendría me haría pensar.
El sueño fue algo así:
Estaba sola, en ninguna parte, me sentía vacía, sin nada a lo que aferrarme para no tener miedo, en nada en lo que pensar, me sentía en blanco. Sin previo aviso un papel cayó, mirando al cielo no veía nada, decidí coger el papel y en el ponía:
"Tranquila estas a salvo, aquí puedes ser tu misma, no hay nada a lo que puedas temer, no hay una sociedad que te diga quien y como debes ser, no hay un modelo de persona, tú eres tu propio modelo, no hay dinero, ese dios al que todo el mundo alaba, no hay gobierno, no hay presidente, no hay nadie que te diga que debes hacer, puedes ser tú y no lo que quieren que seas"
Tras leer la nota me desperté y lo primero que me vino a la cabeza fue que un simple sueño me había enseñado más que cualquier persona, pues la respuesta está en nuestro interior lo que ocurre es que hay que saber es formular la pregunta.
Celia Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario