New Super Heart Lost

Todos los días igual me tratas como si no fuera nada, creía que me querías pero todo este tiempo has estado jugando conmigo y con mis sentimientos, haciendo como si te importara. Pero no voy a seguir así, no voy ha dejar que me torees a tu gusto, no voy ha dejar que controles cada uno de mis movimientos en este juego que es para ti la vida y piénsalo porque cuando borres la partida por muy mal que la hayas hecho no volverá, porque mi corazón no tiene un carpeta llamada "Papelera" para recuperar los documentos.

Cada beso siento que solo lo haces para conseguir puntos para pasar este nivel, que cada abrazo siento que solo me los das para recuperar vidas y que cada sonrisa no es más que un disparo al camino. 

No se si te quieres dar cuenta pero yo no soy ninguna clase de consola que se toma o se deja,a coger polvo.

Pero sabes lo que te digo que se acabó, que GAME OVER , pero del INSERT LOVE olvídate porque no vuelvo a picar.

Celia Pérez

Año Nuevo, Vida Nueva. O eso pensaba...

Hoy ha comenzado un nuevo año para mi, pensaba que iba a ser igual a otros, pero claro como iba yo a saber que estarías tu junto a mí, que me acompañarías a cada paso que diera, que me secarías cada lágrima que no mereciera la pena, y lo mejor de todo es que no es lo único, que puedo seguir listando todas y cada unas de las cosas que harías por mi.
Como he podido ser tan estúpida, pensar por un momento que estarías junto a mi, que me querrías, que me harías tocar el cielo sin dejar de notar la tierra en mis pies. Pero claro que se podría esperar de alguien como tú, alguien al que no le importa nada ni nadie, alguien que se esconde en la oscuridad para no estar acompañado ni de su sombra.
Como he podido ser tan  estúpida.

Vuelve pronto

El árbol dijo:

-Mis hojas caerán.

La flor dijo:

-Mi color desaparecerá.

El cielo dijo:

-De azul pasare a gris.

La hierba dijo:

-Mi cabello crecerá.

La luz dijo:

-Mi brillo se ausentará.

La piel dijo:

-Mi palidez volverá. 

Y fue entonces cuando ví como el verano dijo adiós y el otoño resurgía de sus cenizas. La oscuridad tomó todo y el frio nos invadió y con gran tristeza guardé los abrigos para cobijarme en el calor de los abrigos y las botas. Con las últimas hojas en la copa, el árbol muestra en ellas cada momento del verano, cada rayo de sol, cada sonrisa reflejada en el mar... Dejando atrás la libertad das la bienvenida a la rutina, sin poder hacer nada para remediarlo.

El caballito de balancín

Hace muchos años en una casa de un hermoso pueblo vivían dos niños junto sus padres y su abuela, cada día después del colegio los niños corrían a casa a jugar con su caballito de balancín, el caballito estaba siempre muy contento. 

Pero sin poder hacer nada el tiempo pasa, los niños crecieron y el caballito fue envuelto y guardado en el desván.

Pasaron los años y el caballito estaba sumergido en un mar de polvo, pero un día sin avisar notó como lo cogían y lo sacaban de allí.

Se oían voces de niños, él pensaba que serían los niños pero justo en ese mismo instante fue desenvuelto y ante él apareció la amplía sonrisa de una pequeña niña. 

Era la hija de uno de los niños que jugaba con él años atrás.

De pronto se acercó una persona por detrás, cuando pudo verla, la reconoció, era la niña que jugaba con él de pequeña y de su cuello colgaba un collar de un caballito de balancín idéntico a él.

Desde ese momento supo que jamás estaría solo, pues permanecería en su recuerdo.

El mismo cielo

Estamos juntos día y noche, mañana y tarde, nada puede separarnos....Eso creía yo hasta que me dijiste que tenias que irte dentro de una semana, fue en ese mismo instante cuando el mundo se me vino abajo, pero me prometiste que esa última semana la iba recordar durante toda mi vida.
El lunes me llevaste al cine y pensé que no sería tan especial como esperaba.
El martes fuimos el parque y nos compramos un helado mientras sonreíamos, ocultando nuestra tristeza.
El miércoles llovió y no pudimos salir.
El jueves me llevaste a la feria que viene todos lo años y nos montamos juntos en la noria.
El viernes estuvimos de fiesta con todos nuestros amigos. Mientras a la noche me que de pensando que tampoco había sido tan especial pero claro después de ver lo que ocurrió al día siguiente.
Llegaste a mi casa con un ramo de flores y una caja en la cual se encontraba un vestido, que me puse en ese mismo momento, detrás de ti había una limusina blanca, no me lo podía creer, monté junto a ti. Se dirigió a la playa. Entonces me vendaste los ojos y me guiaste hasta un lugar en el que me diste permiso para destaparme los ojos. Todo era precioso una mesa con champán y comida en medio un rosa blanca y todo ello rodeado de unas antorchas comunicadas entre si por una tira de farolillos, no me lo podía creer. Cu ando acabamos me miraste a los ojos, me llevaste hasta la orilla y bajo la luna, cual queso parecía, me besaste.
Al día siguiente en el aeropuerto al despedirme derrame una lágrima y te acercaste diciendo:
-No llores, pues recuerda que las lágrimas no te dejarán ver el cielo que nos une.

El pianista

Era conocido en aldeas, pueblos, ciudades y en lugares lejanos. Era el mayor pianista de su época. Tenía de todo lo que puedas imaginar pero aún le faltaba algo, amor. Pasaba el tiempo y el buscaba su chica ideal, hasta que un día en el mercado se encontró con una bella doncella de cabellos dorados y de ojos azules infinitos como el cielo. Cayó enamorado y la doncella también, gracias a él ella dejo de trabajar como doncella para darse la buena vida junto a él. Un día el pianista cayó enfermo, llamaron a los mejores médicos pero nada.
En su lecho de muerte el pianista cogió las manos de su amada y la dijo suavemente:
-Cada vez que te sientas sola mira dentro de tu corazón y podrás oír mis melodías, así jamás estarás sola.

Amor en el tiempo

Sentada en el alfeizar de la ventana viéndote partir, sin poder hacer o decir nada que te haga cambiar de dirección, viendo pasar nuestra vida juntos a diapositivas, soñando con el día de tu regreso.

Se que vas por una buena causa, vas por tu país, para defender nuestra patria.

Los días pasan las hojas empiezan a caer, cada día miro por la ventana lo largo del camino con la ilusión de poder ver tu llegada, pero el tiempo pasa y ninguna de mis ilusiones se hace realidad.

Hasta que un día un soldado se dirige hacía aquí con unos objetos en la mano, toca el timbre, corro, y abro la puerta con una sonrisa, que se me quita tras dirigir la mirada a sus manos, en ellas se encuentra su uniforme y su bandera junto a nuestras fotos. Miro al soldado que con tono firme se dirige hacía mi diciendo:

-Lo siento......

Que tras un breve silencio caigo en un insólito llanto.