Hace muchos años en una casa de un hermoso pueblo vivían dos niños junto sus padres y su abuela, cada día después del colegio los niños corrían a casa a jugar con su caballito de balancín, el caballito estaba siempre muy contento.
Pero sin poder hacer nada el tiempo pasa, los niños crecieron y el caballito fue envuelto y guardado en el desván.
Pasaron los años y el caballito estaba sumergido en un mar de polvo, pero un día sin avisar notó como lo cogían y lo sacaban de allí.
Se oían voces de niños, él pensaba que serían los niños pero justo en ese mismo instante fue desenvuelto y ante él apareció la amplía sonrisa de una pequeña niña.
Era la hija de uno de los niños que jugaba con él años atrás.
De pronto se acercó una persona por detrás, cuando pudo verla, la reconoció, era la niña que jugaba con él de pequeña y de su cuello colgaba un collar de un caballito de balancín idéntico a él.
Desde ese momento supo que jamás estaría solo, pues permanecería en su recuerdo.
