23 de abril de 2013

Soneto a la sonrisa

Con montañas blancas en su interior
en abismo es curva arriesgada;
desde una colina a otra marcada,
el rojo la recubre cual dior.

Causando efecto abatidor
en deseosos que hacen escalada,
y una vez la cima ya conquistada
deja delirante a su admirador.

Es ingrediente de un hechizo,
conocida ladrona de hermanas.
Se la robaron a la Mona Lisa,
mas no fue un ladrón quien lo hizo.
Invasora de rostros y mañanas;
grande y también sincera, la sonrisa.

Entradas populares