3 de febrero de 2014

No son horas

Eres tú el que no para de mirarme.
Eres tú el que cambia cada minuto.

Odio cuando hablas y por ello te callo.
Odio cuando te acercas sigiloso y después me espantas.

Es tarde y me miras con deleite.
Es pronto y esperas a que despierte.

Le pido al cielo fin de semana.
Le pido a la luna que no llegue mañana.

Pero como cada día, hoy te oigo
y sin más remedio, me levanto de la cama.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares