Otra vez es el amor tema entre mis dedos, y es la punta de este lapicero quien ágilmente y sin miedo escribe mis palabras en un pronto no tan vacío cuaderno.
Fueron demasiadas horas nuestras
en las que la noche oscura y fría
temblando llevaba la luna a cuestas.
Fueron demasiados besos rozando la niñez
en los que nuestros labios no se buscaban
temiendo no encontrarse otra vez.
Así por no querer perder
por miedo o temor
se perdió la chispa
dispuesta a prender amor.
Culpable de quererte,
culpable de perderte,
inocente corazón.
Fueron demasiadas horas nuestras
en las que la noche oscura y fría
temblando llevaba la luna a cuestas.
Fueron demasiados besos rozando la niñez
en los que nuestros labios no se buscaban
temiendo no encontrarse otra vez.
Así por no querer perder
por miedo o temor
se perdió la chispa
dispuesta a prender amor.
Culpable de quererte,
culpable de perderte,
inocente corazón.
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