Ya no quiero tus besos de buenas noches ni tus caricias de buenos días. Tampoco quiero tus abrazos que no enfrían ni tus miradas que me hechizan. Adiós a esa magia del embrujo del amor que llaman los creyentes. Nunca más me bañaré en tus ojos salados de agua fría ni me perderé en ellos a la deriva. Se acabo el volver a visitar tus labios, no volveré a probarlos ni a dejarlos agrietados. Será la última vez que la conciencia pierda para encontrarla en tu colchón. Despidámonos, ya no habrá discusiones con sonrisas ni miradas con las que la cabeza perdía. Desde hoy no contaré los segundos lejos de tus manos. Pero solo desde mañana dejaré la mentira y la verdad guiará mi vida.
12 de mayo de 2013
7 de mayo de 2013
Ignorancia horaria
Hace tiempo que se extraviaron los relojes, hace tiempo que puedo vivir tranquila. No sé cuanto tiempo tengo ni tampoco el que me queda; vivo en la ignorancia horaria, donde no pasan las horas, no hay malos ratos ni buenos momentos y la vida es una cinta que no para ni rebobina. Se perdió aquello que llamaban meses; ya no vivimos los días, vivimos la vida. Se consumieron los años y las fechas ya no importan. Estudiamos nuestra historia como algo que ocurrió antes de que nosotros llegáramos aquí. Dejamos atrás los calendarios y ya son pocos los que cuentan los segundos. Y es que al final te das cuenta que Abraham Lincoln tenía razón "Lo importante no son los años de vida, sino la vida de los años".
Pocos afortunados se dan cuenta a tiempo.
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