De la tristeza es dueño el olvido;
pues en su mano queda,
si todo aquello vivido
deba irse o quedarse pudiera,
en mí ser por siempre arrinconado
entre amor y pérdida.
Yo con el corazón hecho añicos;
me encuentro sobre harapos
diciendo: "Él lo era todo,
mas ahora que yace dormido
pues ser apenas puede tan solo
un recuerdo escondido".
pues en su mano queda,
si todo aquello vivido
deba irse o quedarse pudiera,
en mí ser por siempre arrinconado
entre amor y pérdida.
Yo con el corazón hecho añicos;
me encuentro sobre harapos
diciendo: "Él lo era todo,
mas ahora que yace dormido
pues ser apenas puede tan solo
un recuerdo escondido".
Celia Pérez
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